Menu
Menu
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) está presente hoy día en millones de niños, aunque síntomas se siguen manifestando en la edad adulta.
En Menteágil contamos con psicólogos especialistas en TDAH, que aplican tratamientos tanto a niños como a adultos.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es, como su nombre indica, un trastorno crónico neurobiológico presente en millones de niños de todo el mundo, cuyos síntomas se siguen manifestando en la edad adulta.
Este trastorno manifiesta una serie de problemas crónicos, como pueden ser el comportamiento impulsivo, la hiperactividad y la desatención o dificultad para mantener la atención.
Las relaciones problemáticas, la baja autoestima y también un bajo rendimiento escolar suelen ser dificultades que sufren los niños afectados por el TDAH. En algunos casos los síntomas pueden ir disminuyendo con la edad. Sin embargo, hay personas a las que nunca le desaparecen definitivamente los síntomas de este trastorno.
El TDAH afecta a más del 4% de la población mundial según la Organización Mundial de la Salud. Por fortuna hay tratamientos y terapias que ayudan a controlar los síntomas del paciente y que pueden paliar los efectos de este trastorno.
Habla con nuestros especialistas si quieres saber más sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Estos son los tres síntomas principales que padecen las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
Se manifiesta por exceso de movimiento, tanto motor como cognitivo (pensamientos), en situaciones en las que no es del todo apropiado. Estos niños/as muestran una actividad motora elevada en diferentes áreas. Tienen dificultad para mantenerse callados en situaciones que lo requieren, tanto en contextos más formales (en clase, en la mesa a la hora de comer, etc.) y en contextos más informales como en el patio de recreo.
El momento de desarrollo tiene una influencia significativa en cómo se manifiesta esta hiperactividad. Por ejemplo, los niños/as prescolares manifiesta una hiperactividad menos dependiente del entorno, mientras que los niños/as escolarizados pueden tener limitado el comportamiento hiperactivo a algunas situaciones, especialmente las menos estructuradas. Sin embargo, en los adolescentes la hiperactividad es menos obvia al presentarse en forma de un sentimiento interno de inquietud que les hace tratar de hacer varias cosas al mismo tiempo y pasar de una actividad a otra sin terminar ninguna.
Se refiere a las dificultades en prestar atención durante un periodo de tiempo, no solo limitándose al ámbito académico sino también en labores familiares o sociales. Se distraen fácilmente con estímulos irrelevantes. A los niños/as les cuesta priorizar una actividad y persistir hasta el final, por lo que acaban evitando actividades que requieran un esfuerzo mental. También tienden a cambiar de una actividad a otra sin terminar en muchos casos ninguna de las dos. Pueden parecer que a menudo no escuchan y que no siguen órdenes o instrucciones. Tienen dificultades para organizar las tareas y actividades, tendiendo a olvidar las cosas frecuentemente.
En las relaciones sociales, los síntomas de desatención se pueden manifestar por cambios frecuentes en el tema de conversación, además de dificultades en seguir órdenes o pasos en actividades y juegos.
La desatención suele aparecer durante el periodo escolar cuando se hace necesario una actividad cognitiva más compleja, persistiendo tanto en la adolescencia como en la adultez.
Se manifiesta por impaciencia, dificultad de posponer las respuestas en una conversación o de esperar su turno, interrumpiendo con frecuencia a los demás.
Durante los primeros años, la impulsividad se puede manifestar por la tendencia del niño/a a tocar todo. Durante la edad escolar, tienden a interrumpir constantemente y tienen dificultades para esperar su turno. En la adolescencia, esta impulsividad genera mayores conflictos con los adultos y una tendencia a llevar a cabo conductas más arriesgadas o peligrosas (consumo de tóxicos, actividad sexual temprana, accidentes, etc.).
Normalmente, conforme crecen y se hacen mayores, la hiperactividad desciende, mientras que la impulsividad y la desatención persisten.
La evaluación diagnostica del TDAH, requiere un abordaje complejo y multidimensional por parte de nuestros especialistas, donde se utilicen distintos métodos de valoración y se recoja información de distintos contextos (niño/a, padres y escuela).
Con la valoración perseguimos recoger información del perfil neuropsicológico del niño/a, las manifestaciones conductuales, la situación familiar y las dificultades escolares. Por último si se observan indicios de otros problemas comórbidos se realizará también la consiguiente valoración.
La metodología que se use para la valoración puede ser adaptada y personalizada dependiendo del
caso específico y de la edad del niño.
Pero de forma genérica se seguirá un protocolo de valoración:
Vamos a aclararte algunas dudas que te puedan surgir a la hora tomar la decisión de acudir a la consulta de un especialista en TADH en Córdoba.
Las manifestaciones en adultos con TDAH son diferentes a las presentadas en la infancia pero
igualmente problemáticos. En la edad adulta no se observa generalmente que la persona tenga una
energía inagotable y que no pueda estar quieto. La hiperactividad en la edad adulta es más interna,
sintiendo el paciente una inquietud subjetiva interior, la sensación de un motor que no cesa, que le
causa dificultades para relajarse. Pero al igual que en la infancia, pueden que muevan las piernas o
juegan con las manos cuando estas sentados, toleran mal tener que estar en reposo sin moverse
durante periodos largos, muestran tendencia a la verborrea y a hablar con voz muy alta.
Los adultos con TDAH que presentan problemas de atención, frecuentemente refieren perder
objetos, ser olvidadizos, cometer errores en la realización de tareas, no planificar sus actividades,
distracciones con frecuencia, problemas para mantener la atención en tareas que requieren
concentración, postergar tareas y tener dificultades para concluirlas.
En la edad adulta, la impulsividad se refleja clínicamente como problemas de autocontrol, como no
pensar antes de actuar. La persona tiene una tendencia a reaccionar con demasiada rapidez, sin tener
presente las normas sociales y las consecuencias de sus acciones, lo que les hace más propensos a
corres riesgos excesivos. D esta forma, tienen problemas para esperar su turno o responden
preguntas de forma precipitada cortando las palabras a los demás.
Normalmente, conforme crecen y se hacen mayores, la hiperactividad desciende, mientras que la
impulsividad y la desatención persisten.
Los adultos también presentan otros síntomas, como una baja motivación, insomnio, problemas
con el manejo del tiempo e inestabilidad del humor.
Cada paciente requiere terapias concretas y personalizadas. Una vez evaluadas las necesidades del paciente, realizaremos un presupuesto acorde a las mismas.
Para más información contacta con nosotros por las vias facilitadas en nuestra web.
Nuestro horario de apertura es de lunes a viernes, desde las 9:00h a las 21:00h
Estamos en Av. Ronda de los Tejares, 19, local 16B, 14003 Córdoba.
Las opiniones de nuestros pacientes son nuestro mejor aval y un buen indicador de cómo estamos haciendo las cosas.
Por una cuestión de privacidad hacia el paciente no pondremos nombres.
Para cualquier consulta que tengas o si deseas pedir cita con nosotros, contáctanos mediante este formulario o mediante las siguientes vías de contacto: